22 noviembre, 2007

Bendición Papal

Lo que os voy a contar es verídico, aunque no se si omitiré algunos detalles, pero es verdad.
Todos sabéis lo muy muy pía que era la abuela Carmen (Aiyá para los Soto Ñañez), pues un día sonó el teléfono de su casa y al descolgar una voz le comunicó a la abuela que la llamada provenía del Vaticano y que iba a ser bendecida por su Santidad; en fin que ella se lo creyó absolutamente y llamó a la Tata porque aquella voz le dijo que todos los miembros de la casa deberían arrodillarse delante del teléfono para la bendición papal.
Y así fue como la abuela y la tata fueron bendecidas telefónicamente hasta que descubrieron (por desgracia para ellas) que no era el Papa sino.... aún no sé si fue el tío Ignacio o el tío Domingo, espero que alguien ahora me lo aclare.


Tati Soto Yáñez

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